Los cambios dentro de las organizaciones son de los procesos que se dan con mayor frecuencia, sin embargo, la manera de adaptarse a ellos determinará nuestra fortaleza mental para enfrentar las exigencias de la vida.
Adaptarse a los cambios no es difícil, sobre todo cuando los cambios son para mejor, como cuando vas a cobrar un mejor salario por tu trabajo o cuando te dan la noticia de que tendrás vacaciones más largas, dudo mucho que te costaría demasiado adaptarte a esos cambios ¿verdad?
Pero qué pasa cuando el cambio representa un verdadero reto como tener que salir a buscar clientes o inversionistas para tu proyecto ¿qué pasa cuando el estrés de una situación desconocida o incómoda llega a nuestra puerta?
Una de las habilidades más buscadas por los expertos reclutadores de talento es la de Adaptación. Esta habilidad te permite superar con mayor eficiencia los obstáculos que todos los mortales sufrimos cuando se nos presenta una etapa de cambios.
Ya que en un artículo anterior nos referimos este soft skill como una de las habilidades que te convierten en un superhéroe de la oficina, tratemos de comparar esta capacidad de adaptación con alguna estrella de los cómics ¿quien se te viene a la mente con la siguiente descripción?
La adaptación laboral requiere modificar nuestros patrones de comportamiento con inteligencia, astucia y control para ajustarnos a cambios internos o externos de nuestro entorno para así poder fluir entre las situaciones más difíciles.
Mientras escribía esto no pude evitar recordar aquella escena de interrogatorio donde Natasha Romanoff, a.k.a. Black Widow, se encontraba atada a una silla de madera como parte de su plan, sin embargo, cuando la estrategia cambió luego de una llamada, aún atada a la silla usó todo en su entorno para liberarse y dirigirse a ejecutar su nueva orden.
Si no recuerdas la escena te dejo aquí el fragmento:
Ya sé que es solo ciencia ficción, pero sirve muy bien para ejemplificar el punto.
Se requiere de entrenamiento para poder mantener la cama durante circunstancias difíciles. Aumentar el estrés de vez en cuando puede ayudar a mejorar tus niveles de rendimiento, siempre y cuando no lo hagas con intensidad o mucha frecuencia. Si no te sientes estresado una que otra vez puede ser por falta de estímulo, lo que se convierte en aburrimiento y hastío a la larga.
Entonces, el estrés es un aliado en la adaptación de nuestro cuerpo y nuestra mente al cambio, adaptación que exige un esfuerzo físico, psicológico y emocional.
El miedo sin embargo, es el enemigo a vencer. Aunque a algunos les cuesta trabajo admitir que tienen miedo más que a otros, el temor a lo desconocido, el miedo a perder el control, miedo a fallar o quedar en ridículo y el miedo a dejar la zona de confort son emociones que frecuentemente nos visitan.
De hecho, el miedo es un paso dentro del ciclo o etapas de cambio por las que pasamos siempre que se nos presenta una nueva aventura.
Vamos a ver este gráfico:
Ahora imagínate yendo de bajada por ese valle empinado, te darás cuenta que al principio cuando recién ha iniciado la aventura pones cierta resistencia al cambio de terreno (la bajada). Eso es completamente normal y humano, de hecho el reconocido escritor Lic. Abel Cortese, investigador de la “Asociación para el Desarrollo de la Inteligencia Emocional” lo describe como una Etapa de Defensa donde el individuo se aferra a sus costumbres, hábitos, situación actual, privilegios, estabilidad o tradiciones; rechazando lo extraño, evitando la realidad, reaccionando con ira y prácticamente negándose a cambiar.
Esta etapa inicial del cambio nos prepara para la transformación y crecimiento, es aquí donde percibimos un gran estrés, tanto que al final de la bajada nos encontraremos agotados pero es justo en ese punto de agotamiento donde comenzamos la valoración de las ventajas y desventajas que ofrece el cambio y podremos continuar hacia la Etapa de Aceptación.
Ten en cuenta que a estas alturas regresar a donde estábamos puede costar casi el mismo esfuerzo que aceptar el cambio y escalar hacia adelante.
Si decidimos seguir adelante tendremos que desarrollar nuevas habilidades, encontrar nuevas herramientas, necesitaremos aprender muchas cosas nuevas que al principio pueden hacernos sentir incapaces, sin embargo, siempre que mantengamos la apertura al cambio y renunciemos a la resistencia, logramos elevarnos a la Etapa de Adaptación.
En esta última etapa, cuando los resultados del cambio se hacen evidentes, encontraremos satisfacción y una sólida sensación de seguridad en nosotros mismos.
La adaptación varía de una persona a otra y los tiempos que puede permanecer en cada etapa no es el mismo que ni para cada persona ni para todas las situaciones. Muchas veces podemos lidiar con los cambios sin ayuda pero cuando no es el caso, en nada afecta pedir un poco de ayuda para enfrentar las exigencias de la vida.
Estamos obligados por naturaleza a adaptarnos continuamente a una gran variedad de situaciones para satisfacer nuestras necesidades y mantener un equilibrio emocional, lo que se conoce como “ciclo de adaptación”.
En resumen, el poder de adaptación es muy importante en la vida laboral de cualquier persona; como trabajadores no debemos resistirnos al cambio, sino que debemos adoptarlo como algo positivo. Y así como Black Widow no sufrir los cambios como la víctima, sino como protagonista.